E l error o talón de Aquiles de la organización patriarcal es que no solo  jerarquizó las relaciones de sexo-género, sino que las hizo además vinculantes. Así pues, la supuesta superioridad masculina es real mientras tanto las mujeres aceptan considerarse as í mismas inferiores a los hombres.

Victoria Sau

Las mujeres han sentido la extrañeza de la organización patriarcal.
Por eso la filosofía feminista se desvincula de la realidad social actual, el Patriarcado, y lucha por la emancipación del ser humano.

El Patriarcado se fundamenta desde el inicio en cuatro pilares, desde donde se van vertebrando las injusticias sociales.

1. La incuestionabilidad del Patriarcado como historia única, a pesar de los conocimientos antropológicos de sociedades diversas, o bien los descubrimientos arqueológicos que muestran la existencia de una sociedad prepatriarcal armónica de relaciones no excluyentes.

2. La cancelación de la figura de la diosa madre vinculada al culto de la fertilidad de la madre naturaleza, una madre sagrada, lugar y bien común de todos los seres humanos. Un culto que existió durante el paleolítico hasta buena parte de la última fase del neolítico. Con la aparición del monoteísmo patriarcal, se anula toda divinidad femenina y se produce un distanciamiento entre lo que es divino y lo que es corpóreo, creando un abismo de separación ficticia entre la humanidad y la naturaleza

3. En la jerarquía cultura / naturaleza, se relega el femenino al orden natural. Una supervivencia que hace revivir la idea cartesiana dual antitética entre la mente y el cuerpo y que promueve la idea de cosificación de la mujer.

4. El desorden en la primera jerarquía hombre / mujer genera un patrón de categorización superior / inferior que se extiende a otras patologías sociales.

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